viernes, 17 de abril de 2009

El niño positivo


Juan era un niño al que le encantaba ayudar a los demás, tenía un espíritu muy positivoy siempre encontraba una solución a cualquier problema que se le presentara. Se pasaba todo el día viendo quien andaba en problemas y sin que le pidan su ayuda se ofrecía a ayudar. Un día llegó a su casa de la escuela y le dijo a su papá:- Que afortunado que soy papito, puedo ir a la escuela y aprender algo diferente cada día.- Y que has aprendido hoy- Que debemos ir en busca de nuestras metas y no olvidarnos nunca de quienes no tienennuestras mismas oportunidades.Su padre sonrió con orgullo por la respuesta de su hijo, le dio un fuerte abrazo y le dijo:- Yo estoy muy orgulloso de ti Juan, porque desde niño ya conoces el significado de la verdadera felicidad, dar sin esperar recibir, y tu siempre estas dispuesto a dar mucho amor, por eso es que tienes tantos amigos y todos te quieren a donde vas.
- Pero, papi me gustaría ayudar a muchos niños como yo que no pueden ir a la escuela a aprender a leer.- Juan aunque eres aun muy pequeño se que encontrarás la forma de ayudar a muchos niños como tu y que aprenderán a leer, de eso no tengo dudas. Juan se fue contento al jardín y se echó a descansar apreciando el bello atardecer y las inmensas nubes de color blanco que parecían algodones de azúcar que flotaban en la inmensidad del cielo. Las observó con atención y vio formas de animales diversos, vio un cocodrilo, un alce y una gaviota en lo alto del cielo y se le ocurrió una idea. Haré historias sobre los animales y como ellos con positivismo superan cualquier obstáculo en sus vidas, pues estoy convencido de que quien es positivo alcanza todo lo que se propone. Pronto, las historias de Juan y sus animales recorrían todo el pueblo pues eran muy bonitasy llevaban grandes mensajes para todos. Los niños muy pequeños querían aprender a leerlas. Así también los ancianos que no habían aprendido a leer se esforzaban por hacerlo. En el pueblo todos leian las historias y compartían el positivismo de Juan en cada hogar ya donde quiera que iban. Ya nadie era pesimista, sino por el contrario vivían con optimismoy mucha alegría. Pronto, en el pueblo no había nadie que no supiera leer y tuviera ganas de aprender. Juanestuvo muy contento por haber ayudado a tantas personas y entendió que en la vidacuando uno más ayuda más grande tiene el espíritu.
Fin

No hay comentarios:

Publicar un comentario